Mi técnica autodidacta de patchwork de improvisación
Mi técnica autodidacta de patchwork de improvisación
En este post voy a hablarte de mi técnica de improvisación para hacer patchwork divertido y sin reglas. Es perfecto para aprovechar retales de todos los tamaños. Desde ropa, como te enseñaba en el post anterior, a restos de otros proyectos de costura.
Te enseño algunos ejemplos que he hecho para mi misma, desde mantas con trozos muy grandes (o sea, rápidas de hacer y súper resultonas) a un neceser hecho con mucho mimo y paciencia a base de trocitos pequeños.
La única regla que debes conocer y seguir es esta: para unir dos piezas, las dos tienen que tener la misma longitud. Siempre.
Si no, quedaría un hueco que luego no podemos rellenar. Si tus trozos no miden los mismo, ahí está la gracia; tendrás que coser una pieza más al trozo más pequeño hasta igualar a la grande. Y si esa pieza no tiene el mismo “alto”, también tendrás que coser una en en otro sentido. Es difícil de explicar con palabras, espero que este esquema te ayude. Piensa siempre en los dos ejes, horizontal y vertical, y juega con las piezas.
Para que lo veas más claro, he hecho el esquema de estas dos mantas, que a primera vista podrían parecer muy complicadas.
La primera es la primera manta que hice en mi vida. Sabía coser a máquina y tenía una bolsa lleeena de retales que me daba mucha pena tirar. Así que empecé a unirlas por instinto. Si te fijas, hice un montón de tiras del mismo tamaño uniendo los trozos más pequeños, y después las uní en 3 columnas que cosí entre sí. ¿Sencillo, verdad? Es solo cuestión de paciencia.
Esta segunda está hecha de trozos más grandes y es mucho más sencilla de hacer, pero el resultado es espectacular.
Como consejo de diseño, te digo que es importante poner todo en el suelo o una mesa y planificar antes de coser. Unelo con alfileres y empieza a coser las piezas más pequeñas hasta formar bloques que luego unirás entre si.
Como verás, en la primera el azul marino es el color de base que unifica todos los trocitos. Y en esta segunda, a pesar de ser “multicolor”, hay una selección de tejidos que hacen que respire. Las rayas son mis favoritas y dan movimiento a la pieza si las pones en vertical y horizontal. Procura también que los estampados estén bien repartidos por toda la pieza y no se acumulen en un lado.
Y este ejemplo es un neceser de tejidos casi todos lisos, hecho sin pensar y con paciencia, pero el resultado es super divertido y único.
Ahora te toca a tí, ¿te atreves?